Iba manejando en la noche a jugar basquetball, un poco retrasado, medio distraído. Al llegar a las vías del tren di vuelta a la izquierda, ví el semáforo en rojo, la calle estaba oscura y decidí pasarme el semáforo, justo a medio trayecto noté un microbús que transitaba con las luces apagadas y que venía directo hacia mí, aceleré y alcancé a librarla, me sudó un poco y lo primero que pensé fue: "¡Ándele pendejo!"
Creo que esta historia corta resume mi vida reciente.
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