lunes, abril 16, 2012

Entronque

Desde hace varios años el tránsito en ese entronque era insufrible, la salida de periférico iba a dar directamente con las vías del tren ligero, paralelo a éste corría una calzada de dos carriles con flujo constante de vehículos, un "paradero oficial" de microbuses 10 metros adelante del entronque ponía su parte para el desorden vial y la cereza en el pastel era el semáforo que estaba 50 metros adelante de todo este embrollo vehicular regulando el paso de tres vías.

Hubo un tiempo en que algunos oficiales de policía intentaron poner orden y agilizar el tránsito, no duraron ni un mes, de repente un día cualquiera se apareció este vato, parecía tener un talento nato para ordenar los coches y su paso, desaparecieron los molestos toques de bocinas y el mal humor en los conductores, el sol dejó de ser odioso y ahora parecía relajar a toda la banda que rolaba por ahí, debo decir que nunca lo he visto usar un silbato, un par de ademanes, un silbido pausado le eran suficientes para dirigir el tránsito, pero  había algo en sus manos que encantaba a todos y nos hacía ser parte de su comparsa callejera, no he descifrado su secreto, pero desde aquí le agradezco los minutos que dejé de pasar en ese cruce vial.

Como te decía cada que pasaba por ahí: "Chida la banda, mai. Gracias"