El domingo por la noche caminaba de regreso a mi casa, como seguro todos ustedes notaron la lluvía caía a cántaros, al faltar 25 metros para llegar a mi chante recordé que traía una chamarra en la mochila que cargaba, ya no la usé, total, iba ya empapado y no ponérmela no haría gran diferencia a esas alturas del partido. Pensé que sería un detalle cagado el comentarlo, hasta que empecé a darme cuenta de la magnitud del desmadre que se cernía en el DF y zona metropolitana, ahí perdió la gracia mi despiste mental.
Hoy al regresar a casa lo primero que veo en twitter es el impuesto a la cerveza, me estoy imaginando lo peor, leo más líneas y encuentro impuesto a las telecomunicaciones, chále. Mejor voy a leer el paquete completo que nos están dejando caer.
Que la fuerza esté con nosotros.