Me fijo en el tipo de recipiente en el que me dan la comida para llevar, pero me da cosa explicarle todo el pedo a la señora de los tacos porque sé que es el más barato; veo que usan pañales desechables y les hablo sobre los pañales biodegradables. Sé del trabajo infantil en Asia, de los sueldos miserables de algunas marcas deportivas, pero sigo usando esas marcar porque con esos tenis me siento más cómodo para correr, jugar basquetbol, nado con sus goggles y la ropa me parece cómoda. Disfruto hacer ejercicio y no dudo en tomar un whisky al llegar a casa, confieso que bebo Gatorade para hidratarme, fisiología mata idealismo, me cae que sí. No como en cadenas de comida rápida, pero no tengo empacho alguno en comprar un doce de cervezas Indio. Me caga la gente que discrimina por el dinero y gusto de hacer chistes xenofóbicos -¿Se saben el del negro que...- Intento disminuir mis emisiones de CO2, ahorrar agua, generar menos desechos, pero duermo con ventilador, me baño 2 o 3 veces al día, compro cervezas en envases desechables. Trato de usar el transporte público a medida de lo posible, usaría bicicleta para ir a todos lados, pero muchas veces ando solo en el coche porque me resulta más cómodo. Me visto buscando mi comodidad, pero algunas veces me pregunto sobre como me ven los demás; en ocasiones pienso como se ve lo que traigo puesto. Puedo regalar sin vacilar la playera o camisa que uso si a alguien le gusta, de repente me nace; pero con los tenis soy egoísta. Fui vegetariano un tiempo, ahora disfruto los tacos al pastor por las noches y las ensaladas vespertinas. Me han dicho que debiera pensar más en mí y no estar tan al pendiente de los demás, ser más egoísta, a veces no puedo; sin embargo soy demasiado cerrado para compartir cosas mías -los que lean desde hace rato este blog se habrán dado cuenta de eso.
Así me muevo yo.